Nos hospedamos una semana en el estudio para tres personas y estuvimos muy cómodos. Se descansa muy bien, no hay ruido y la temperatura en Agosto es perfecta. El estudio también cuenta con una cocina que tiene todo lo necesario y más. Además, incluye productos básicos como aceite, sal, café, etc, y también gel, champú, acondicionador, secador de pelo, en el baño. La piscina rinde homenaje al nombre del alojamiento... es una pasada la tranquilidad que se respira. Nos gustó mucho el diseño de todo el alojamiento, cuidan el entorno y se preocupan por integrar las instalaciones en la naturaleza.
En cuanto al personal estuvimos encantados con el trato. Tanto María, Jokin y Guille fueron muy atentos. El desayuno es excepcional, todo de comercio cercano y de muy buena calidad, y el hecho de que te preparen una tortilla al momento o incluso pancakes (receta de Guille!!) no tiene precio.
El hotel está muy bien situado si no te importa coger el coche cada día. Nosotros visitamos la zona norte entre Bilbao y San Sebastián y estuvimos encantados con la localización del hotel. Además, Jokin y María nos dieron muchas recomendaciones y muy buenas sobre dónde comer y qué visitar (mil gracias!).
Es un hotel que te permite descansar y relajarte en todos los aspectos. Merece mucho la pena. Seguro que volveremos a visitaros! Gracias por todo!