Muy tranquilo, perfecto para descansar. El personal muy atento y dispuesto. Las habitaciones muy limpias, todos los días dejan dos botellas de agua y decoran la cama con flores. Antes de la cena invitan a unos zumos y picoteo a todo el mundo aunque no tengas contratada la cena. El primer día te reciben con un cóctel de bienvenida. Las fotos de la publicidad corresponden con el hotel. Los jardines son preciosos con un montón de aves de distintos colores que relajan el ambiente. Los amaneceres son espectaculares. Totalmente recomendable.