El servicio alucinante, yo nunca he visto un hotel tan limpio. El desayuno es en mesa, pero con zumo natural, tostada de jamón y tomate, café grande, bollería o dos piezas de fruta, un yogurt natural con cereales, todo eso para uno solo, que casi no lo terminas.
Garaje amplio, vistas desde mi habitación espectaculares, toda la Catedral y El Alcázar, nada más abrir el balcón. Terraza en azotea con vistas increíbles. Cama con colchón y almohada de calidad. Por dentro es precioso, era la Antigua casa del Comendador.es un día estrellas pero con calidad para tener otras dos. Imagino que les faltará cumplir alguna normativa chorra para poder subir de nivel.
En pleno centro de Toledo, no hay mejor opción.