Maravillosa, inolvidable, no fue una estancia sino una experiencia de vida, un bungalow en un huerto con muchas flores de diferentes colores, arboles frutales, todos los sentidos despiertan, los colores, el olor de la tierra, las flores, el canto de los pajaros, los grillos, la atencion es excelente y el desayuno que sirven es como de un restaurante gourmet con una presentacion preciosa. Lo recomiendo ampliamente