La Casona de La Vega, junto a Cangas de Onís

La Casona de la Vega es un verdadero refugio en el corazón de Asturias, un pequeño edén donde la naturaleza y la tranquilidad se unen para ofrecer una experiencia inolvidable. Ubicada en la Vega de los Caseros, cerca de Cangas de Onís y a orillas del río Sella, este lugar mágico ofrece vistas impresionantes a los Picos de Europa y está a solo 15 kilómetros del mar Cantábrico y de Covadonga.

Con capacidad para 6 a 8 personas, la casona es ideal para grupos de amigos o familias que buscan desconectar y disfrutar de la paz del entorno. Dispone de tres acogedores dormitorios, dos de ellos con sofá cama, y cada uno con baño privado en suite. Una característica única es la oportunidad de ducharse contemplando el paisaje natural, lo que añade un toque especial a la estancia.

El salón, con una pequeña biblioteca, es perfecto para relajarse tras un día de aventuras, y la cocina-comedor completamente reformada está equipada con todo lo necesario para disfrutar de la gastronomía local. Sin embargo, el verdadero tesoro de la casa es su amplio jardín privado, donde los árboles frutales, en especial los manzanos, llenan el ambiente de frescura y sirven de inspiración para hacer sidra artesanal.

El sonido relajante del río, el canto de los pájaros y la tranquilidad absoluta que se respira hacen de este lugar un santuario de paz. Además, la ubicación privilegiada de la Casona de la Vega ofrece fácil acceso a diversas actividades como pesca, piragüismo en el río Sella, senderismo y escalada en los Picos de Europa.

Si buscas desconectar, vivir la naturaleza en su máximo esplendor y experimentar la auténtica Asturias, La Casona de la Vega es una experiencia que tienes que vivir. ¡Te esperamos en este rincón mágico de paz y belleza!

IMPORTANTE: Al confirmar su reserva, el huésped acepta que todos los ocupantes deberán registrarse y completar todos los datos solicitados en el check-in online antes de su llegada, de lo contrario no podrán acceder al alojamiento. Este procedimiento es obligatorio según el Real Decreto 933/2021, a partir del 1 de diciembre del 2024.