Bodrum rebosante de boutiques, bares, cafés y restaurantes se considera un centro turístico sofisticado, pero a unos 20 minutos de distancia es una oportunidad única para visitar un pueblo de montaña virgen y experimentar la vida rural turca, casi sin cambios durante siglos. Conozca al campesino más humilde cuya generosidad y amabilidad nunca dejan de sorprender y mostrar una hospitalidad olvidada hace mucho tiempo. Visite la casa de té, la mezquita y algunas casas locales donde experimentará la deliciosa cocina turca y los espíritus locales. Al final, verá una impresionante exhibición de kilims y alfombras locales hechos a mano por mujeres del pueblo.