Mientras comienzas tu tour por el Vieux-Montréal, pasa por boutiques, museos y basílicas para admirar el espíritu, la arquitectura y el encanto de esta ciudad.
Al deambular por la basílica de Notre-Dame, maravíllate con sus vitrales, que ilustran la historia religiosa de Montreal. Esta catedral impresionante se construyó en 1824.
A continuación, visita el Estadio Olímpico, creado para los juegos de 1976, que ostenta la torre inclinada más alta del mundo con 165 metros (539 ft). Luego, dirígete al punto de observación del parque de Monte Royal para disfrutar de una vista espectacular de la ciudad.
Por último, pasea por el Oratorio de San José de Monte Royal. Esta basílica de estilo renacentista italiano es la más grande de Canadá y está dedicada al santo patrono del país. Se dice que su fundador, el hermano André, realizó varios milagros en este lugar a principios del siglo XX. Fue canonizado en 2010 por el papa Benedicto XVI. Incluso hoy, millones de personas vienen de visita.