Mi pareja y yo estuvimos 3 noches durmiendo en el Hotel Azul (del 9 al 12 de agosto de 2013). El hotel está reformado y nuevo y está en Imerovigli, un encantador pueblecito a 2min en moto de Fira y a 10min de Oia. La situación del hotel es inmejorable. En el centro y con unas visas espectaculares al Mar Egeo. Nosotros estábamos en las habitaciones de arriba, en las de abajo no hay vistas al mar. El desayuno te lo servían en la terracita/balcón que cada habitación tenía delante del mar y del volcán. Se podía desayunar tostadas con mermelada, jamón, queso, bizcochos, chocolate, café... Todo buenísimo. Además que levantarse cada día con esas vistas ya valía la pena.
La habitación es pequeña, pero agradable y cuidada, con detalles y velitas. Lo malo es que el cuarto de baño es demasiado pequeño y la ducha no tenía mampara o cortina de separación.
El hotel sólo tiene unas 7-9 habitaciones aproximadamente y el trato con el personal fue más que excelente. Hicieron que nos sintiéramos muy a gusto. Tanto que un día que salimos de fiesta y ya había pasado 1 hora desde que habían cerrado el desayuno, nos lo trajeron de todas formas al balcón de nuestra habitación con las vistas. Nos recomendaron playas y lugares de visita. Eso sí, el hotel no tiene piscina, pero estuvimos de maravilla.
Si te animas a ir a este hotel coge las habitaciones con vistas a la caldera! No te decepcionará.