La casa se encuentra en una pequeña población de 15 habitantes, donde la tranquilidad y la calma nos permite ofertar un alojamiento para disfrutar de la vida tranquila, los paisajes y la rutas senderistas.
El jardín invita a pasar las horas disfrutando del sonido de los pájaros y de los olores de nuestra tierra.
En pleno pripirineo, estamos cerca de dos reclamos turísticos como el Castillo de Loarre y los Mallos de Riglos, así que si te gusta el Patrimonio tanto cultural como natural, y si además te gustan los deportes de aventura, estarás en el lugar perfecto.