Lo cierto es que teníamos las expectativas altas puesto que en las fotos se veía un hotel nuevo (renovado) y tenia muy buenas valoraciones, con lo cual todos estos alicientes fueron suficientes para hacer la reserva.
Cuando llegamos, el lobby muy correcto, moderno como esperábamos. La chica que nos atendió cuando llegamos fue simpática en todo momento, nos informo que el ascensor no funcionaba y nos comentó si queríamos que el doorman nos subiese la maleta a la habitación pero le dijimos que no hacía falta puesto que era una maleta de mano.
La habitación estaba en la segunda planta, con lo cual no nos fue incomodo subir escaleras hasta el segundo piso pero después de estar 4 meses sin vacaciones lo que quería era descanso y relax cosa que no empezó bien por el problema del ascensor.
Por la noche decidimos probar de cenar el en restaurante del hotel, un fiasco y fracaso total, las hamburguesas daban asco! Tuvimos que darle un toque a la camarera para que viese que el bacon estaba crudo y la carne estaba congelada! No tuvieron ni un mínimo detalle de invitarnos a nada, desastroso servicio.
La noche después de tener una habitación amplia con una cama cómoda pensamos que iría mejor pero no fue así, el hotel esta en reformas y a las 8 de la mañana ya estaban picando y taladrando la pared cosa que no entiendo aun mas cuando hay clientes que quieren descansar, desastre. El desayuno para ser un 4 estrellas es lo mas tirado y limitado que he visto en mi vida, no volveríamos nunca!