Si la comida es una parte importante de una cultura, Lisboa está llena de esta deliciosa cultura y revela esta característica apetecible en diferentes formas, texturas y sabores.
Este recorrido le presentará las numerosas y sabrosas delicias portuguesas, mientras camina por el centro de la ciudad y se deja deslumbrar por el encanto de sus calles, edificios, plazas y miradores.
Comenzamos con una visita al Time Out Market, donde sentirá el ambiente del mercado más importante de la ciudad. Tendrá la oportunidad de tomar el café típico y el tradicional pastel de nata, una especie de desayuno a la portuguesa.
Luego nos embarcamos en un viaje en barco por el río Tajo hasta la «orilla sur», donde el objetivo es degustar los deliciosos y famosos mariscos en forma de sopa y rissol (empanada salada), mientras disfrutamos de las fabulosas vistas que la orilla sur tiene hacia la capital.
Al regresar a Lisboa, la misión ahora es ir a la Praça do Comércio, donde brindaremos por Lisboa y su gastronomía con un cáliz de la no menos famosa Ginja. Luego seguimos a Baixa Pombalina hasta otro exlibris de la gastronomía portuguesa. Si los pescados y mariscos son famosos, la carne de cerdo también es una invitada de honor, y Bifana es una visita obligada. Un sándwich de cerdo frito siempre apetecible, que cobra aún más sentido si se acompaña de la no menos famosa y característica cerveza.
Por último, nada mejor que el invitado más ilustre de esta celebración gastronómica: ¡el vino! Terminaremos el recorrido gastronómico con una degustación de vinos acompañada de algunos bocadillos más comestibles. Los vinos son de la región de Lisboa, con viñedos históricos y famosos, y los aperitivos son ilustres embajadores de la comida portuguesa. ¡Pan, queso y mermelada! ¡Para morir!