Victoria Falls, conocida como el “Humo que truena” en el idioma local de Tonga, es la cortina más grande de agua que cae en el mundo y el 70% de las exquisitas vistas se ven desde la selva tropical de Zimbabwe. La selva tropical que tiene lluvia constante las 24 horas del día, los 7 días de la semana desde el rocío interminable de las cataratas, tiene un ecosistema único. Es un sueño de botánicos y un paraíso para los amantes de las aves. Hay especies aquí que no se encuentran en ningún otro lugar, y nuestra recomendación es mirar un poco más allá del camino y los numerosos puntos de vista. Una de las bellezas es que el área no se ha comercializado en exceso. De hecho, una vez que esté de pie junto a las Cataratas, su vista no será muy diferente a la de David Livingstone, quien las vio por primera vez en 1855. Caminar dentro de las Cataratas es un par de kilómetros y hace mucho calor.